Se puede entender como autorregulación a la capacidad o conjunto de procesos que llevamos a cabo con la intención de gestionarnos con éxito a nosotros mismo.
Esta capacidad permite que analicemos el entorno y respondamos en consecuencia
pudiendo cambiar nuestra actuación o perspectiva en caso de necesitarlo. En otras palabras, hace que podamos dirigir nuestros pensamientos, emociones y conducta hacía la correcta adaptación en el medio, y evita que estos nos controlen a nosotros.
Esto no solo se da a nivel conductual, sino que también la aplicamos cuando gestionamos nuestros pensamientos, emociones y capacidad para motivarnos.
Por otro lado, esta habilidad no es completamente innata sino que se va desarrollando y fortaleciendo en base a nuestro aprendizaje y las circunstancias y estímulos que forman parte de nuestras vidas. A nivel biológico se corresponde en
gran medida con el desarrollo del lóbulo frontal, y especialmente el lóbulo prefrontal.
Una alteración o retraso en dicho desarrolla provocará una mayor dificultad a la hora
de regular la propia conducta. Pero también es imprescindible la presencia de conexiones entre éste área y otras estructuras tales como el sistema límbico, los ganglios basales o el cerebelo.
¿Como podemos aumentarla?
En aquellos casos en que la capacidad de autorregulación es poco adaptativa o no se ha desarrollado completamente puede ser de gran utilidad llevar a cabo diferentes prácticas para incrementarla.
En este sentido el tipo de actividades, tratamientos y terapias a aplicar dependen
de los motivos de la falta de autorregulación, sus consecuencias o dónde se
encuentre el principal déficit. Entrenar y facilitar el uso de la metacognición y la reflexión, e aplazamiento de juicio y la generación de alternativas o la educación emocional suele ser recomendable. También el modelado y el uso de las auto
instrucciones es de gran utilidad. En algunos casos puede ser necesaria presentación de ayudas ajustadas para combatir limitaciones existentes.
¿Por qué es importante?
Estudios recientes han mostrado que cuando desde niños, las personas desarrollan las habilidades de autor regularización, así como el auto conocimiento, son predictores que muestran un mayor desempeño escolar, laborar y una mejor vida, ya que estas habilidades están estrechamente relacionadas con el manejo de las emociones y por lo tanto la concentración. Una persona que es capaz de auto regularse y controlarse, será capaz de concentrarse más fácilmente en las actividades que tenga que realizar, al mismo tiempo que será menos impulsivo y podrá tomar mejores decisiones a lo largo de su vida.

AUTORA TANIA.