Dentro del ambiente educativo, en particular dentro de las aulas, suele existir una diversidad conductual entre los estudiantes: encontramos aquellos que son disciplinados y cumplidos con sus tareas, aquellos que cumplen con estas últimas, pero presentan problemas de regulación conductual, y así tantas combinaciones puedan pensarse. Ahora bien, es importante centrarse en aquellos que pueden identificarse con problemas de hiperactividad y/o problemas para concentrar su atención (sin necesidad de tipificar algún trastorno); estos estudiantes suelen presentar un rendimiento escolar por debajo de la media debido, en su mayoría, por las dificultades para concretar el aprendizaje de algunas materias. Asimismo, suelen mostrar un déficit en el desarrollo de habilidades sociales, comunicación de las
mismas, lo que puede dificultar un establecimiento de relaciones interpersonales.
Algunas estrategias sugeridas para el cumplimiento de los objetivos del alumno dentro de la institución educativa son:
I. Ambiente estructurado: Los estudiantes con problemas de atención pueden remediar esta ausencia si se cuenta con una planificación, estructura de
clases, horarios y tareas, y si esta es visible. Por lo tanto, se recomienda que en todo momento se le exponga a este, sus tareas, funciones, horarios; y que estos sean visibles de manera física en uno o varios puntos estratégicos.
II. Ambiente predecible. Con relación al punto anterior, se deben eliminar las eventualidades o imprevistos dentro del marco escolar; es decir, evitar que se omita alguna clase, alguna tarea, debido a la alteración en el horario (anteriormente planteado). Con esto, se deben explicitar al inicio de la clase cuáles son las expectativas de aprendizaje y de comportamiento, indicar los materiales necesarios, destacar los puntos clave, así como constantemente enmarcar avisos (por ejemplo, 10min antes de terminar la clase, decirle que le queda un tiempo límite para entregar la actividad demandada).
III. Ambiente adecuado para el aprendizaje. El último punto a tomar en cuenta, es crear el espacio idóneo para que se pueda efectuar un óptimo flujo del proceso enseñanza-aprendizaje, por ejemplo, sentar al estudiante en primera
fila para que este pueda ser monitoreado con mayor facilidad, evitar poner en
evidencia algunas faltas debido a sus dificultades para poner atención o retener la información, utilizar materiales audiovisuales, por ejemplo. Con todo esto, se pueden destacar los siguientes dos aspectos: el primero, referente a que no es necesario catalogar/tipificar a alguien con TDAH únicamente
porque el estudiante no cuenta con las precurrentes comportamentales necesarias
para desarrollarse de manera óptima; y el segundo, aquel que no está en función del mismo ser un buen estudiante, sino está en función de su ambiente (esto implica a su circula familiar, social, y situacional) dotar de los medios necesarios para facilitarle las nproblemáticas presentadas.

AUTOR BRANDOM