Empecemos por denifir que significa reciprocidad. Significa responder de forma mutua con hechos. A todo el mundo le encantaría que todos las acciones fueran reciprocas, pero eso casi no sucede, por lo que hay un dicho que dice “no hagas lo que no quieres que te hagan” o “trata a todos como te gustaría ser taratado”.
Como seres humanos, nos gusta que nos traten bien, a nadie le gustan los malos tratos, especialmente cuando se trata de personas cercanas. Por ejemplo, en el núcleo familiar es importante ser reciprocos, ya que son nuestras primeras relaciones que formamos, el primer contacto social que se tiene desde que somos pequeños e independientemente de solo serlo porque somos
familia, sino porque es nuestra base para toda la vida, sino tenemos una buena base, muchas veces las cosas pueden ser más complicadas de lo que deberían.
Dentro de la familia se deben formar relaciones sanas, crear un lugar seguro con los individuos que nos rodean principalmente en casa para después poder desarrollar esos lasos con nuestro entorno.
Al dar casi siempre nos gusta recibir, aunque no siempre sucede, pero ¿te imagínas si fuera así?, la cantidad de conflictos que podríamos ahorranos y /o sensaciones que nos hagan sentir menos.
La reciprocidad va más allá de dar, de recibir, trata de ser concientes que no todo gira a nustro al rededor, que hay que dar siempre lo mejor de nosotros, no hacer menos lo que otras personas puedan hacer por nosotros ni tampoco hacer menos lo que hacemos. Por ello hay que iniciar en el centro de todo, en nuestra familia, corresponder a los buenos tratos y sacrificios que hacen por nosotros siempre siendo mejores que ayer.

RECIPROCIDAD

Durante toda la etapa de nuestra vida las relaciones que hemos mantenido ya sean personales, económicas, sociales entre otras, se basan principalmente en la reciprocidad, pero ¿Que es la reciprocidad? , Es la acción que motiva a corresponder de una forma mutua a una persona, pues sentimos esa necesidad o presión de devolver un favor a alguien que ha hecho algo por nosotros. Es plantearnos situaciones cotidianas y observar que es algo que comúnmente usamos en nuestro día a día, como, por ejemplo: Un jefe trata de manera amable a sus empleados como una forma de reciprocidad por el desempeño y el esfuerzo realizado por ellos, y es ahí donde nos damos cuenta del impacto que esta puede generar en nuestro día e incluso en nuestra vida. La reciprocidad es una de las bases solida con la que todas las personas trabajamos de manera consciente o inconsciente constantemente, es un elemento que tenemos tan interiorizado o arraigado que lo hacemos de manera automática. Aunque solemos aplicarla de diferente forma dependiendo del entorno en el que nos encontremos, las personas o la sociedad en la que nos desarrollemos, la mecanización sigue siendo la misma, porque normalmente no estamos acostumbrados a dar y no recibir , pero si nos dan y nosotros no damos las situaciones cambian , y podrá sonar incluso gracioso el hecho de decir que siempre esperamos merecer pero ¿Porque los demás no merecen cuando es viceversa? , tenemos que ser personas que continuamente correspondan al valor que se nos da, y si no se nos da seguir continuando con nuestro esfuerzo , no detenernos para mantener nuestra esencia, nuestro valor y seguir marcando esa pequeña diferencia que nos da pauta a no ser iguales a los demás. Algo que es muy importante durante este concepto es la parte del reconocimiento como seres sociales, nos gusta que reconozcan el valor de lo que estamos haciendo, y hasta cierto punto es necesario para incentivar a esas buenas acciones que se tienen y mantenerlas, pero si se presentara la situación en la que no se hiciera, no tendríamos que cambiar nada, pues valorar no es lo mismos que reconocer.

Todas las personas esperamos lo mismo o algo mejor de lo que hacemos, damos, y pagamos, por lo que ser conscientes de cada uno de las responsabilidad y obligaciones que lleva consigo también es necesario para mantener un equilibrio entre nosotros y los demás, desde nuestro núcleo familiar hasta el social.

Autor Paola.