¿cómo identificar las dificultades de aprendizaje en la tercera infancia (6 a 12 años)?

¿Qué son las dificultades de aprendizaje?
En 1988, la National Joit Commitee definió el término como aquellas dificultades que se manifiestan a la hora de adquirir el uso del habla, la comprensión oral, la lectura, el
razonamiento o las habilidades matemáticas.
¿Cuáles son los indicios?

1. Problemas a la hora de hablar
   Se refiere a cuando al niño aún se le dificulta la pronunciación de algunas consonantes. Cómo la x, la b o la mas común la r.
2. Retraso en las habilidades lectoras (lectura y comprensión)
   Este retraso es de los más comunes, por estadística la lectura no es un hábito que
   esté muy presente en los niños por lo que entrar de lleno a ella puede resultar un poco complicado, en especial a la hora de no distraerse de lo que se está leyendo.
   Este se puede ver cuando el niño lee, pero no entiende lo que leyó, porque a pesar
   de estar leyendo su mente está pensando en otras cosas, obligándolo a re leer y volviendo tediosa al ejercicio.
3. Falta de comprensión en problemas matemáticos.
   Así como el indicio anterior los problemas en matemáticas lo han sufrido la mayoría de los niños. Lo más común es la incapacidad de recordar el procedimiento de las
   operaciones básicas.
4. Dificultad para aplicar conocimientos a un contexto determinado.
   En relación con los 2 indicios anteriores se desarrolla este. Se puede distinguir cuando al pedirle una tarea al niño se confunde o no puede realizarla, hay que explicarle 2 o mas veces las indicaciones para que pueda realizarla.
5. Falta de coordinación a la hora de llevar a cabo actividades sencillas.
   La falta de estimulación y actividades físicas pueden ser visiblemente indicadores de que existe un retraso.

¿Qué hacer una vez que identifiqué problemas de aprendizaje con mi hijo?

1. Hacer sentir al niño comprendido y no regañado
2. No echarle culpas o menospreciar el esfuerzo que realiza
3. No compararlo con otros niños o sus hermanos
4. Motivarlo a no rendirse
5. Apoyarlo en sus tareas y trabajos
6. Solicitar ayuda externa como asesores u orientación especializada

Siempre existe la diferencia entre aquellas dificultades propias de ciertos aprendizajes y aquellas que son persistentes dentro de la etapa escolar. Por tanto nuestro deber como
maestros y padres es preocuparnos por las necesidades de los alumnos, ayudarles y trabajar con sus frustraciones y competencias que se les dificulta más. No olvidemos que son niños, y lo que digamos o hagamos para con ellos es de suma importancia para el desarrollo de sus vidas.

AUTOR JESUS H.