Fallas en la comunicación entre mi hijo y yo

La comunicación entre hijos y padres es la base de todo, por lo tanto, es de suma
importancia mantenerla en armonía, sin embargo, es demasiado común que existan
problemas a la hora de transmitir los mensajes, ya sea por parte del emisor o receptor y así afectar la dinámica familiar. A pesar de que esta transmisión de mensajes depende de las habilidades comunicativas de los integrantes, existen barreras que impiden esta
comunicación.
Mala comunicación
Esta cuestión incluye sinterrumpir a los niños mientras están hablando, sacar a tema situaciones que le pueden resultar incomodas o que en el pasado se resolvieron, tratar de controlar su comportamiento a través de chantajes o culpa, menospreciar sus sentimientos o no considerar sus problemas con la debida importancia. Estos comportamientos hacen que exista resentimiento, desconfianza y una actitud defensiva por parte de los niños, por lo que preferirán no hablar de sus cuestiones con los padres, y guardarse sus sentimientos.
Momento y lugar
Cuando es necesario tratar con situaciones delicadas o que requieren atención y tiempo, deben darse las oportunidades para hablar con los hijos durante la semana. Además, la comunicación debe ser practicada con los hijos para ser efectiva. La falta de actividades compartidas o la falta de tiempo para conversaciones frecuentes que ofrezcan la oportunidad de desarrollar habilidades interpersonales y fortalecer la confianza, y las altas expectativas para el éxito en la comunicación sin esfuerzo a menudo dan lugar a una falta total de comunicación entre padres e hijos.
No escuchar
Escuchar es la habilidad que debe ser practicada con regularidad. Aprender a escuchar y practicar el escucha en una conversación, son partes cruciales para el éxito en la
comunicación entre padres e hijos. Es fácil distraerse con otras actividades, como cocinar la cena, que requiere atención mientras se hablan el uno al otro; esto no conduce a una comunicación efectiva.
Interactuar apropiadamente para la edad. Intenta comunicarte de una manera apropiada para la edad de tu hijo. Los padres a veces utilizan un lenguaje que es muy difícil de comprender para los niños, y esto puede llegar a ser confuso y estresante, especialmente durante los conflictos familiares. Los padres también pueden fallar al tratar de comunicarse con sus hijos en un sentido físico; un ejemplo de cómo mejorar esto es sentarse durante una conversación, para logar que los niños se sientan cómodos y seguros durante la interacción. Sentimientos de confusión o entrés pueden hacer que los niños se comuniquen cada vez menos con sus padres.
Además, antes de pensar en que le hace falta a mi hijo para comprenderme o mejorar
nuestra comunicación, es necesario estar seguros de que sus necesidades fisiológicas se han solventado correctamente, es decir, que se este alimentando bien, durmiendo bien, entre otras, todo esto para estar en sintonía a la hora de convivir como familia y no se dejen de lado esas cuestiones.

AUTORA TANIA T.